Conferencia 17 – fase B

CÍRCULOS DANTESCOS 6, 7, 8 Y 9

  • Sexto círculo dantesco – Esfera sumergida de Júpiter

Este círculo está sujeto a 3 072 leyes. El tiempo se vuelve espantosamente lento en esta región; cada minuto parece siglos y, por ende, la vida se hace tediosa e insoportable. Es la morada de los ateos, materialistas, enemigos del Eterno. Viven también en esa región los blasfemos, aquellos que odian todo lo que puede tener sabor a divinidad, y los herejes esos que cultivan el dogma de la separatividad. Uno se siente lleno de dolor al contemplar, como el Dante, a tantos mitrados escépticos y ateos metidos entre el sepulcro de sus propias pasiones, odios y limitaciones. Cuando pensamos en los grandes legisladores, soberanos y señores que rigen los conglomerados sociales, obviamente descubrimos tiranos y tiranuelos, que originan complicaciones y dolores por aquí, por allá y acullá. Jerarcas que abusaron de su poder, esos pésimos padres de familia que, teniendo bienes a montones, niegan pan, abrigo y refugio a sus hijos, se creyeron virtuosos, justos y bondadosos, y algunos de esos hasta fueron profundamente religiosos. Jefes de familia que aspiraron a la autorrealización íntima del Ser, a pesar de todas sus crueldades. Vegetarianos insoportables de esos que hacen de la comida una religión de cocina, yo les diría hipócritas fariseos, sepulcros blanqueados, para hablar con el tono del gran Kabir Jesús. Jefes de familia muy honrados y sinceros, pero terriblemente equivocados; algunos de estos señores fueron extraordinariamente fanáticos en el mundo donde vivían, y con palos y azotes enseñaron religión a sus hijos, como si esto se pudiese aprender con latigazos; nefastos sujetos que ensombrecieron hogares amargando la vida de sus criaturas. Júpiter es el generoso, dadivoso y altruista. ¿Cuál sería la antítesis de la generosidad? El egoísmo, la usurería, el reculado. Están los que acaparan todos los bienes de la Tierra para sí, como un Sanagabril y sus secuaces.

  • Séptimo círculo dantesco – Esfera sumergida de Saturno

Este círculo está sujeto a 6 144 leyes. Allí, por doquiera reina la violencia entre el ambiente sangriento sumergido; se ven aquí, allá y acullá destrozos innecesarios, golpes espantosos contra las cosas, contra las personas, contra todo; la influencia saturnina con sus fuerzas, definitivamente, centrífugas, desintegra todo, reduce a polvareda cósmica personas, muebles, puertas, etc. Es pues, el séptimo círculo dantesco, la morada de los violentos contra natura, de los violentos contra el arte, los fraudulentos, los violentos contra Dios, los violentos contra sí mismos, contra sus propios bienes o contra los bienes ajenos. Existe violencia contra natura cuando violentamos los órganos sexuales; existe tal delito cuando el hombre obliga a su mujer a efectuar la cópula no estando ella en disposición de hacerlo, o viceversa; cuando el hombre se auto obliga, violentándose a sí mismo para efectuar el coito, no encontrándose su organismo en condiciones aptas para ello, y viceversa; existe tal delito en aquellos que cometen el crimen de violación sexual; cuando se obliga al falo a entrar en erección, no hallándose, este último, en condiciones favorables para el coito; cuando, con el pretexto de practicar magia sexual, o aún con las mejores intenciones de autorrealizarse, se auto obliga, el varón, a realizar la cópula química u obliga a su mujer con este propósito. En los masturbadores; en aquellos que realizan la cópula química estando la mujer con la menstruación; cuando los cónyuges realizan la unión sexual hallándose la mujer en estado de preñez; cuando se practica magia sexual dos veces seguidas, violando las leyes de la pausa magnética creadora. Existe violencia contra natura en los que se abstienen, en forma radical y absoluta, a la práctica sexual. En los homosexuales y lesbianas, esta clase de degenerados son casos perdidos, semillas que no germinan. Monjes y monjas enclaustrados, que odian mortalmente el sexo. Mujeres que toman abortivos y que asesinan a sus criaturas recién nacidas, verdaderas hienas de la perversidad; en los pederastas; los que rechazan el sexo violentamente, como los que abusan de él; los fornicarios irredentos, personas que se hallan muy bien definidas en el tipo don Juan Tenorio o Casanova, y hasta el tipo diablo. Cuando se obliga a las criaturas inferiores de la naturaleza a efectuar cópulas artificiosas, violentando el libre albedrío; cuando adulteramos los vegetales y las frutas, con los famosos injertos que han inventado los sabihondos de esta edad negra del Kali Yuga; cuando dañamos el ecosistema contaminando las aguas, el aire, la tierra, los elementales; cuando nos castramos o cuando hacemos castrar a las bestias. Violencia contra Dios; la soberbia y el orgullo de los violentos contra lo divinal, es en la séptima dimensión sumergida, la peor tortura. Existe violencia contra la divinidad cuando no obedecemos las órdenes superiores; cuando atentamos contra nuestra propia vida; cuando blasfemamos iracundos; en quien no quiere nada con asuntos místicos espirituales; en quien supone que puede existir sin la misericordia divina, y que en el fondo de su alma se subleva contra todo aquello que tenga olor a divinidad; en aquel sujeto auto suficiente que sonríe, estúpidamente, y en forma escéptica, cuando escucha asuntos que tengan que ver con los aspectos espirituales de la vida; en los bribones del intelecto; en esos sabihondos que le niegan toda posibilidad espiritual al hombre; en esos que creen haber monopolizado el saber universal; en los dechados de sabiduría; en los ignorantes ilustrados, que no solamente ignoran, sino además ignoran que ignoran; en los iconoclastas que hacen mesa raza cuando analizan principios religiosos, pero que dejan a sus secuaces sin una nueva base espiritual; en los marxistas, leninistas, pseudosapientes que le han quitado a la humanidad los valores espirituales. Existe fraude en aquel que forma un círculo esotérico y luego lo abandona; en aquel que abre un lumisial y luego lo desconcierta con sus delitos, ya enamorando a la mujer ajena, ya seduciéndola con el propósito de practicar magia sexual, adulterando a escondidas, deseando la Isis del templo, explotando a los hermanos del santuario, prometiendo lo que no puede cumplir, predicando lo que no practica, haciendo lo contrario de lo que enseña, escandalizando, bebiendo alcohol ante el asombro de los devotos, etc. Existe fraude en el hombre que promete a una mujer matrimonio y no cumple su palabra; en la mujer que da la palabra al hombre y que luego lo defrauda enamorándose de otro hombre; en el padre de familia que le promete al hijo tal o cual regalo, tal o cual ayuda, y que no cumple su promesa; en el individuo que pide prestado y no devuelve el dinero; en los vendedores de lotería y juegos de azar, pues las víctimas, convencidas de que pueden ganar, pierden sus dineros y se sienten defraudados.

  • Octavo círculo dantesco – Esfera sumergida de Urano

Este círculo está sujeto a 12 288 leyes. Moran en este círculo todos los mentirosos y falsificadores, y todos aquellos que atentan contra la verdad. Los falsos alquimistas (los tántricos negros), los falsificadores de metales, aquellos que cristalizaron negativamente. Encontramos también a los falsificadores de moneda, a los falsarios, a los suplantadores de personas, a los falsos profetas, a los incestuosos, a los sembradores de discordia, a los que prometen y no cumplen, a los que hacen escándalos y a los que forman cismas, a la gente falsa y mentirosa, etc. Todos los que han despertado para el mal, aún sabiendo que deben involucionar entre las entrañas del mundo, hasta la muerte segunda, antes de lograr la restauración de la prístina pureza original del material psíquico, no se arrepienten del camino escogido porque han hecho se su involución, y de la rueda fatal del Samsara, una religión, una mística. Es ostensible que en esta región sumergida se inicia el proceso de osificación, cristalización, mineralización y destrucción de todo el ego. Los condenados son devorados por la horrible serpiente Pytion (el aspecto negativo de la Madre divina ), con el propósito de destruirlos, desintegrarlos y reducirlos a polvareda cósmica, para liberar la esencia. El ego siempre debe ser disuelto, cueste lo que cueste. Con nuestra voluntad o contra ella, inevitablemente, la “serpiente” debe “tragarnos”, o victoriosos o fracasados.

  • Noveno círculo dantesco – Esfera sumergida de Neptuno

Este círculo está sujeto a 24 576 leyes. En esta zona neptuniana sumergida se reducen a cenizas los traidores. ¡Ay de Bruto, Casio y del Judas interior de cada viviente! En este círculo se desintegran, definitivamente, las criaturas involucionantes. Aquí se reducen a polvareda cósmica los bribones intelectuales de la Torre de Babel; los traidores, estos son juzgados de inmediato por los Tribunales de la Justicia Objetiva, y sentenciados a muerte. Existen muchos géneros de traición, mas algunos, tan graves, que de hecho se pagan con pena de muerte; en este caso, el traidor desencarna de inmediato y su cuerpo queda en manos de algún demonio. Los verdugos cósmicos ejecutan la sentencia y tales desdichados desencarnan de inmediato pasando al noveno círculo dantesco, aunque sus cuerpos físicos no mueran, pues sabido es que, cualquier demonio reemplazando al traidor, queda metido entre su cuerpo, con el fin de que no se alteren los procesos kármicos de aquellas personas o familiares que, en una u otra forma, estén relacionados con tales perversas personalidades. Aunque parezca increíble, actualmente ambulan por las calles de las ciudades muchos muertos vivientes, cuyos verdaderos propietarios ahora viven en los mundos infiernos. Así pues, los jueces de la Justicia Celestial condenan a los traidores con pena de muerte. En el noveno círculo está el “pozo del Universo”, el centro de la gravedad planetaria. No está de más recordar que, en la novena esfera sumergida, tienen los órganos creadores de la humana especie, su plena representación. Nadie podría subir sin haberse tomado antes la molestia de bajar. “A toda exaltación le antecede una terrible y espantosa humillación”. Bajar a la novena esfera es indispensable. Unos lo hacen en vida, por su propia voluntad, espontáneamente y para su autorrealización íntima, y otros, la mayoría, las multitudes, lo hacen en forma inconsciente cuando descienden en el abismo de perdición. Después de exhalarse el postrer aliento en esa región donde se encuentra el “trono de Dite”, la esencia, el material psíquico, aquello que tenemos de alma, queda libre, sin ego, pues, como ya dijimos, este último se reduce a polvareda cósmica.

Emancipada la esencia, asume una hermosísima figura infantil llena de radiante belleza. Este es el instante solemne en que los Devas de la Naturaleza examinan la esencia liberada. Después de haber, ellos, comprobado hasta la saciedad que ya no posee ningún elemento subjetivo, infrahumano, le conceden boleta (documento) de libertad. Quiero decir con esto que otorgan al alma la dicha de la liberación. Ya libre la criatura sobre la epidermis de nuestro mundo, reinicia una nueva evolución. Entonces, se convierte en gnomo o pigmeo del reino mineral; proseguirá más tarde su evolución ascendiendo por las escalas vegetal y animal, hasta reconquistar, en un lejano día, el estado de humanoide intelectual, que otrora se perdiera.

 

Fin conferencia 17